lunes, 28 de marzo de 2016

Aportaciones propias a la ceremonia del temazcal

Me gusta quedar con los participantes horas antes de la ceremonia para preparar sus estados de ánimos a lo que van a experimentar en el temazcal. Mi cometido en este tiempo es que entiendan mejor de qué se trata este ritual, de donde viene, su simbolismo y que lleguen al vientre de la Madre tierra lo más tranquilos y confiados. Para ello hacemos yoga y meditación a las que incorporo cuentos y sonidos de cuenco tibetano.

terapia relajante con cuenco tibetano
Inmediatamente antes de comenzar el ritual en sí, pasamos un rato en grupo alrededor del fuego sagrado que aún permanece calentando las piedras que nos acompañarán en el rito, les cuento algunos cuentos de esos que duermen a los niños y despiertan a los adultos.

Justo antes de entrar al temazcal, los saludo como a guerreros que van a enfrentarse al calor y a sí mismos, a sus miedos, en un pequeño ritual de iniciación donde les paso el humo del tabaco (planta cuyo humo tiene un poder purificador) por la cabeza para los buenos pensamientos, por el corazón para que sus sentimientos y actos sean puros, por sus órganos vitales para que estén fuertes y por las piernas para que estas les lleven a buenos caminos.

ritual de purificación del guerrero con hoja de tabaco


Vivo en el campo desde hace 15 años, cultivo y cuido yo mismo cada una de las plantas medicinales y aromáticas que formarán  parte del ritual del temazcal.


Según sea la dolencia de los participantes, utilizo unas plantas u otras infusionadas para vaporizar el calor de las piedras abuelas, las más usadas son: salvia, romero, eucalipto, menta, hinojo, tabaco, copal y palo santo entre otras. Uso estas infusiones tanto dentro del temazcal para vaporizarlas, como para el baño frío de finalización del ritual que doy a los participantes al salir al exterior y que simboliza el renacer, la rotura de aguas de la Madre tierra que da la bienvenida a la vida.


En ocasiones uso esencias de plantas que yo mismo fabrico en un alambique. 

Suelo ubicar a 3 personas de confianza al oeste, al norte y al sur, que junto conmigo al este, representamos los puntos cardinales, teniendo cada uno de nosotros una potencialidad en el momento del ritual.

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